¿Para qué contratar a un coach con lo bien que estoy quejándome?

¡Bienvenidos a El Café del Coach

Hoy, en este primer café, quiero hablaros de algo que a todos nos ha pasado: ¿por qué cambiar cuando podemos seguir quejándonos? Suena tentador, ¿verdad?

Bueno, la verdad es que nuestro cerebro es una criatura de costumbres. Está diseñado para mantenernos a salvo, y lo conocido (aunque no sea lo mejor para nosotros) es reconfortante. Por eso, cuando pensamos en cambiar, ya sea mejorar nuestras finanzas, nuestras relaciones o incluso nuestra mentalidad, nuestro cerebro entra en modo de «alerta». ¿Resultado? Resistencias, excusas, y sí, muchas quejas.

Desde la neurociencia sabemos que el cerebro siempre busca el camino de menor resistencia. Así que, aunque quejarnos no nos lleva a ningún lado, es fácil y cómodo. Pero, ¿y si te dijera que con un poco de ayuda, puedes enseñarle a tu cerebro a elegir caminos que te lleven a una vida más plena?

Aquí es donde entra el coaching. Un coach te acompaña en el proceso de romper esos patrones automáticos que te mantienen en el mismo lugar. Te ayuda a ver más allá de las quejas y a tomar acción. No se trata de cambiar porque estés «mal», sino de desbloquear ese potencial que, créeme, está ahí esperando a ser descubierto.

Así que, la próxima vez que te encuentres preguntándote para qué contratar a un coach, recuerda: tu cerebro puede resistirse al cambio, pero eso no significa que no lo necesites. ¿Por qué no darle una oportunidad y ver hasta dónde puedes llegar?

¡Nos vemos en la próxima taza de café! ☕